Itinerario

Con calles llenas de coloridos edificios, bulevares bordeados de palmeras y un puerto de color azul turquesa, te sentirás como si estuvieras en una pintura al llegar a Niza. La conocida “Reina de la Riviera” muestra al máximo la alegría de vivir en el Promenade des Anglais, con unas vistas impresionantes, especialmente al atardecer.

No te pierdas el opulento Hôtel Negresco, donde la realeza y la alta sociedad han celebrado reuniones desde 1912, o el Palais de la Méditerranée, de estilo art déco. Para visitar la Cathédrale Saine-Réparate, dirígete al corazón de la ciudad, a la pintoresca Place Rosetti. Al anochecer, la plaza se convierte en un club al aire libre con una iluminación espectacular, que proyecta un brillo mágico sobre los antiguos adoquines.

Desde Niza se puede hacer un rápido viaje en tren a Mónaco, la ciudad con una impresionante reputación condensada dentro de sus escasos 1.22 kilómetros cuadrados. Este es el lugar al que atletas profesionales, miembros de la realeza, miembros de la alta sociedad y villanos de Bond (o los actores que los interpretan) van para buscar su próxima aventura. Prepárate para asombrarte por la opulencia y la deslumbrante belleza que Mónaco tiene para ofrecer.

Esta encantadora comunidad es el lugar perfecto para disfrutar de un merecido descanso. Asegúrate de traer calzado muy cómodo, ya que hay un hermoso distrito para caminar todo el día, donde se pueden ver glamorosos hoteles antiguos y espectaculares fortalezas con vistas al mar. No te pierdas el Castello di Santa Margherita, un castillo construido en 1550 por la República de Génova como defensa contra los ataques de los piratas. La plaza principal de la ciudad, la Piazza Mazzini, está repleta de coloridos palacios que piden ser fotografiados.